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Foto del escritorPaula Rodríguez

“HACERLE LA ‘TRAMPA’ AL ALGORITMO”, LA SOLUCIÓN A LA INFOBECIDAD EN LOS UNIVERSITARIOS

Es evidente que la sobrecarga de información en las redes sociales afecta a los estudiantes en su educación virtual durante la pandemia. La comunicadora María Juliana Soto nos explica dichos efectos de la ‘Infobecidad’ y nos brinda estrategias para salir bien librados de esta.

La pandemia del Covid-19 generó cambios y transiciones en los diferentes aspectos de nuestra sociedad. En este caso nos enfocaremos en dos áreas a simple vista opuestas: Las redes sociales y la educación que se ha digitalizado de una manera abrupta. Daremos un vistazo a la ‘Infobecidad’ en redes, término acuñado en 1970 por Alvin Toffler en su libro Future Shock, el cual hace referencia al estado de contar con demasiada información para tomar una decisión o permanecer informado sobre un determinado tema. Observaremos la afectación de esta abrumadora carga en los estudiantes universitarios y contenidos académicos, para finalmente dar estrategias de contingencia a esta problemática. Analizaremos estos temas de la mano de María Juliana Soto, docente del programa de comunicación de la Universidad Icesi, graduada de la escuela de comunicación de la Universidad del Valle. Cuenta con una maestría en comunicación y medios en la Universidad Nacional de Colombia, además, trabaja en un colectivo de radio, llamado ‘Nois Radio’ y trabajó en la ‘Fundación Karisma’ la cual busca responder a las amenazas y oportunidades que plantea la “tecnología para el desarrollo” al ejercicio de los derechos humanos. En resumen, la profesora María Juliana, tiene una amplia experiencia en el tema de tecnología, en la forma en la que las personas se acercan a los medios digitales.


Hoy en día que pasamos mucho más de diez horas conectados a Internet ¿cómo definirías la sobrecarga de información?

Creo que definitivamente vivimos una sobrecarga de información, si la entendemos cómo esta avalancha de imágenes, textos, audios y vídeos que circulan en Internet y a los que estamos expuestos de una manera muy violenta. Nos llegan por todos lados mensajes, notificaciones, actualizaciones, nos llega esta necesidad que nos crearon de estar siempre conectados y estar siempre informados, pero nos deja muy poco espacio para hacer una curaduría de esa información, por ende, tenemos que hacer esa digestión de la información de una manera muy apresurada.

En esa avalancha de información no todos tenemos las mismas herramientas para poder hacer una lectura un poco más pausada, ya no tenemos mucha opción de decir: No quiero participar en esta red social, no quiero tener WhatsApp; hay gente que no tiene Twitter e igual le llega un tuit por qué se hacen capturas de pantalla y llegan por Instagram o por Facebook.


¿Qué tienen las redes sociales que son capaces de nublarnos y capturar nuestra atención a tal punto de que empezamos a procrastinar y nos quedamos en ellas sin medir el tiempo?

Pues yo creo que están pensadas bajo una idea muy simple de la humanidad que es: La curiosidad. Siempre podrás encontrar algo nuevo y que te llama la atención, vas a satisfacer esa necesidad de conocer, de estar al día o de no perderte la noticia. Las redes juegan mucho con el deseo, el color, con nuestra fascinación por la imagen. Los creadores de las redes sociales han sabido leer muy bien qué cosas nos gustan y qué cosas nos atrapan, jugaron con todos esos elementos para decir: Bueno ahora tú eres la estrella, tienes tu propia página, la gente te va a reconocer; porque los likes parecen más una aprobación, una autenticación y han sabido jugar con esas cosas.

También incluyeron la idea del ocio, que ha sido parte de nuestra historia, creo que es ocio muy bien manejado y permite que todos hayamos caído en la famosa procrastinación, de sentir que estamos “descansando” mientras damos scrolls eternos en nuestras pantallas cuando realmente eso nos está consumiendo energía, nos está utilizando porque al final son nuestros datos los que van quedando ahí en cada huella que dejamos en internet. Hay estudios en las grandes universidades de Estados Unidos para saber cuánto tiempo la gente permanece en la pantalla, cuanto se demora en pasar de una red social a otra o de un contenido a otro. Esto está milimétricamente estudiado y nosotros hemos participado de esos juegos donde nos mostramos, compartimos lo que hacemos, decimos dónde estamos.


Tendiendo en cuenta la digitalización de la educación, ¿Crees que los contenidos académicos compiten con los demás contenidos de las redes sociales?

En mi trabajo en Karisma estuve al frente de las comunicaciones de una fundación y yo sabía que mis contenidos de la organización salían a competir con cosas más interesantes e increíbles que se podían ver en Instagram, sentía que eran temas que podían ser no tan atractivos para las redes y nos tocó emprender ese camino de crear nuestros contenidos con la misma calidad y con los mismos intereses que seguramente podía tener una revista o un proyecto menos académico en ese sentido, empezamos a trabajar muchísimo con el diseño gráfico, ilustraciones y sabíamos que no podíamos salir con un informe en PDF en Arial 12. Por eso, cuando estaba planeando las clases decía: Va a pasar un poco lo mismo, yo no puedo entrar a mis clases con un PowerPoint en Arial 12 con fondo blanco a hablar 3 horas, entonces empecé a imaginarme que las clases tenían que ser una programación diversa y yo intento programarlas de manera que cada hora hagamos actividades diferentes, tratando de no salir tan mal de esa competencia, por que yo sé que soy una ventana más. No se cómo es realmente en todos los casos, pero por mi propio trabajo sé que mientras estoy en una reunión estoy con el WhatsApp abierto o tengo el correo y mientras alguien dice algo yo respondo. Yo no entré pensando inocentemente como: Ay, van a cerrar todo y solo van a estar en el zoom conmigo, nunca lo pensé así, pero si pensé que era justamente una oportunidad para que la educación se moviera un poco de su zona de confort en donde el profe no piensa tanto en ustedes sino en el tema, que ha estado muy bien, pero lo que ha hecho la pandemia es que ha puesto a los estudiantes en el centro de las clases, por que todos estamos muy preocupados por como engancharlos y eso nos ha hecho pensar en infinitas actividades, metodologías, estar renovando cada clases, innovando. Lo que no queremos es que nos gane el otro contenido, puede que ustedes esten allí navegando también en otras páginas al mismo tiempo que estan en la clase, creo que es inevitable, pero ojalá lo que los convoca a la clase sea el interés que tienen por su carrera, por los temas que quieren estudiar y que al final esto se privilegie sobre lo que igual van a hacer más que tarde que puede ser simplemente ese scroll en redes.


¿Consideras que las redes sociales pueden obstaculizar el aprendizaje de los universitarios en este entorno de virtualidad?

Depende de qué tanta distancia ya tenías con las redes, de que tanto conocimiento tenías sobre ellas para saber cómo tenías que limitar tu relación con las redes por un tema de autocuidado. Si llegaste a la educación virtual teniendo alguna reflexión sobre el mundo digital, seguramente estas viviendo este momento con más conciencia y sabes que es importante que te concentres en clase por que seguramente vas a tener que responder alguna pregunta, hacer un parcial o un trabajo.

Por otra parte, las personas tenemos una capacidad muy grande de sacar provecho de las situaciones de crisis. Esta nos ha afectado incluso más de lo que vemos, nos generó una capa de ansiedad que aún la estamos manejando, pero a veces cuando caemos en la cuenta que hace tanto tiempo no vemos a nuestros compañeros o que estamos en esa distancia con los demás que antes no teníamos así salgamos al supermercado, toda esta ansiedad se traslada a todos los entornos de nuestra vida, incluida la universidad y creo que eso va a afectar. El problema es que estamos sobresaturados de esta crisis en muchos sentidos y educación tiene un papel fundamental, no podemos dejar de estudiar por que si dejamos de hacer las cosas que queremos y lo que nos gusta pues allí si podemos sucumbir mucho más fácil a la ansiedad y depresión. Es difícil que todo el mundo este concentrado, no solo por las redes sino por el momento tan duro que estamos atravesando.


Hablándole a los estudiantes, que estrategias o consejos podrías darles para sacarle provecho a la virtualidad y que esa sobrecarga de información la puedan manejar

Primero, es ideal hacer un plan diario: Es importante hacer una lista de cosas por hacer, para que no se pierdan en la procrastinación y en estos días que son raros y largos. Al final del día uno dice: No hice nada pero estuve todo el tiempo frente al computador, entonces para evitar esta sensación es bueno hacer un plan e intentar cumplirlo.

Segundo, pueden desactivar cuentas de redes sociales en el celular: Esto se puede hacer por una temporada, si tienen una semana de parciales, en lo posible ingresar a las redes cuando estan en el computador, eso no es tan divertido como verlo en el celular entonces cansa más rápido. Si no ves las notificaciones llamandote, es más facil hacerles un poco el quite y más cuando hay una responsabiliadd grande que cumplir.

Tercero, hacer un Detox digital: Exíste una página que tiene un plan estilo dieta. Paso a paso te dicen como puedes desintoxicarte un poquito de las redes en general para tener unos hábitos más saludables: https://datadetoxkit.org/es/home

Y por último, salir de las redes: Internet es mucho más que Facebook, traten de encontrar otros contenidos, otras páginas que les permitan explorar temas que les interesan. Las redes sociales estan hechas a partir de un algortimo que nos conoce muy bien y que siempre esta mostrandonos contenidos que nos estimulan, que nos invitan a comprar y a seguir allí conectados; a mi me gustaba mucho internet cuando no era tan capturado por las redes, hoy es más dificil y me dicen pero bueno ¿y a qué vamos a internet? y mi respuesta es: hagan busquedas en google de temas que seguramente en Facebook o en Instagram no van a encontrar.


Si dado el caso ya nos metimos en las redes, ¿Qué consejos nos podrías dar para manejar esa sobrecarga de información?

Podemos de alguna manera tratar de que el algoritmo juegue a nuestro favor, entonces sigan páginas que les parezcan interesantes, en mi caso, yo empecé a seguir a ilustradoras y ahora que entro a mi Instagram veo una cantidad de artistas de todas partes del mundo, por que yo le dije al algoritmo que eso me interesaba.

En nuestro oficio de la comunicación o en general en cualquier carrera, mi recomendación es hacerle la “trampa” al algoritmo y decirle yo quiero saber que hacen los grandes medios de comunicación, muéstramelos y si sigues a esas cuentas de tus áreas de interés entonces te va a seguir mostrando más de ese contenido.

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